Por fin. Después de ocho años de espera, este blog vio la luz.
En un principio, éste blog al que había titulado: "De lo común y lo corriente" en el 2002, era una aspiración muy pretenciosa. Pero en eso se quedó. Nunca encontré un tema que considerara lo bastante interesante para escribir sobre el; y así esperando encontrarme uno pasaron ocho años. Lo que no pretendía era encontrarme un tema original; esos no existen. Solo existen las formas novedosas de abordar los mismos temas de siempre; es decir: hacerlo con frescura y actualidad.
Otra pretención de este blog en el 2002, era hacerlo bien. Era el de escribir bien en el. Y eso es muy difícil de lograr si no se está continuamente ejercitanto y practicando el hábito de la escritura. Entonces este blog se convirtió en el blog de la procrastinación. Pero ya no más.
Hoy escribo por primera vez después de ocho años de espera [y ahora me pregunto: ¿esperando que?]. Decidí cambiarle el nombre al blog. Este blog ya no es pretencioso; así que no espero que te guste o te disguste, que te impresione o te entusiasme. No espero nada de el, te aconsejo tu tampoco lo hagas. Tampoco se por qué escribo en el; si después de todo pasaron ocho años y nadie lo habia extrañado, ni siquiera yo. Pero supongo que ahora es una especie de necesidad particular, personal; muy intima. Quizás más adelante le cambie el nombre, pero no estoy seguro. Me gusta la palabra "maravilla" y es porque no quiero perder mi capacidad de asombro: me gusta maravillarme de las cosas. Tal vez utilice esa palabra combianada con otra para volver a renombrar este blog que espero no volver a abandonar. Pero para fortuna de todos: nadie conoce el futuro ciertamente. Lo intuimos; pero no lo conocemos. Por lo pronto, este blog es "un blog común y corriente".
